El dios durmiente

Necesitamos saber que nuestra lucha por la justicia ha terminado. No se puede encontrar en nuestro éxito como plantadores, ni en la retroalimentación de nuestros sermones, ni en la cantidad de personas que piensan que gloria rezo los hemos cuidado bien. Nuestra justicia no se destruye cuando los números son bajos, cuando el sermón es malo o cuando la gente hace fila al final de la reunión dominical para decirle cuánto los ha descuidado.

Siempre me recuerda que Dios tiene el control, Él es mi protección y puedo confiar en Él. Cuando nos negamos a descansar, despreciamos el amor infinito y la sabiduría del cielo. Nos negamos a seguir su plan y preferimos cualquier propuesta que hayamos elaborado para nosotros. Nos negamos a creer que él sabe lo que es mejor para nosotros. Los buenos hombres trabajan duro, pero también duermen bien.

Confianza en Dios

Uno de los libros que he encontrado más beneficioso para la paz y la comodidad es el Libro de los Salmos. Este hermoso Libro de poesía reconfortante, mezclado con el poder de la Palabra de Dios, tranquilizará santa misa su corazón y su mente. Como yo mismo he presenciado, este estado de tranquilidad nos prepara para el sueño que tanto necesitamos. También necesitamos saber cuándo termina nuestro día.

La paz de este salmo es supremamente la paz de la fe. Durante el día, no pienso en pensamientos de miedo. Pero santa misa tan pronto como golpeo la almohada, todos quieren atacar. Es por eso que adoro absolutamente el Salmo 91.

• Oro para que mientras Él trabaja con nosotros para dejar ir las cosas innecesarias, nos ayude a descansar y vivir en su pacífica seguridad.
• Leí mucho sobre personas que se quejan de insomnio severo y luego dicen que duermen de 5 a 7 horas u otras que dicen que duermen de 0 a 4 horas, pero que ocasionalmente se estrellan durante 12 horas.
• Por tanto, la muerte, como el sueño, es un momento de inconsciencia.
• Los creyentes verán el rostro de Dios cuando despierten del sueño, en la resurrección.

Seré positivo en mi enfoque de este negocio de dormir

Yo también pensaba mucho en la medianoche … A menudo son las conversaciones con el Señor, en las que le pido que se lleve todo lo que me agobia, las que me ayudan a conciliar el sueño. 😉 ¡Pero los Salmos son un hermoso lugar para meditar en cualquier momento del día!

Solo he enumerado algunos versículos del Salmo anterior pero, si tienes tiempo o te encuentras perdiendo el sueño debido al miedo, te sugiero que leas este Salmo en su totalidad. Me recuerda que Dios no solo me protegerá, sino que también me defenderá. El Salmo 91 revela que mis pensamientos de miedo ni siquiera se acercan al poder que mi Dios tiene para vencerlos. No hay nada peor que intentar conciliar el sueño con pensamientos ansiosos. Es durante estos momentos que me encanta sacar el Salmo 4.

Reflexione sobre estas Escrituras que le ayudarán a descansar en Su presencia. Estos son los tres principales Salmos que usamos para orar con nuestros hijos antes de dormir.

Las noches de inquietud ocurren con más frecuencia de lo que me gustaría admitir, y no importa lo cansado que esté, parece que no puedo encontrar la manera de dormir. Probé de todo, desde apagar mis dispositivos una hora antes de acostarme, tomar un té para dormir o incluso disfrutar de un baño tranquilo antes de acostarme. No te preocupes por nada, pero en cada situación, con oración y petición, con acción de gracias, presenta tus peticiones a Dios. La Palabra de Dios puede traerle paz y consuelo en la noche más oscura. ¡No dejes que tus preocupaciones te mantengan despierto!

Duerme y se levanta de noche y de día, y la semilla brota y crece; no sabe cómo. Cuando Herodes estaba a punto de sacarlo, esa misma noche, Pedro dormía entre dos soldados, atado con dos cadenas, y unos centinelas delante de la puerta custodiaban la prisión. No se inquieten por nada, antes bien, en todo, por medio de la oración y la súplica con acción de gracias, hagan conocer sus peticiones a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús. Me encanta esta colección de escrituras, Sarah.